Después de cada partido, es habitual ver a los jugadores intercambiándose la camiseta, la mayoría se la ponen al revés o sobre el hombro, otros dejan imagenes tan buenas como la de Ribery en München.
Algunos jugadores se la regalan a conocidos que han ido al partido, otros la lanzan a la grada o hacen caso de peticiones, es mi caso con Iraizoz, ¡Gracias Gorka!.
Para algunos es el momento de conseguir un ansiado premio, para otros el momento de desmentir rumores sobre su condición física.
Pero sea como sea, no debemos perder esa buena costumbre.
jueves, 16 de abril de 2009
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